Tras haber perdido tres esferas de plutonio en una misión que no salió bien, el agente Ethan Hunt y su equipo,

Película. La última entrega de la exitosa saga de Misión Imposible, protagonizada por el ícono de Hollywood, Tom Cruise, realmente me dejó esperando más. Fue una película completamente predecible, con una narrativa muy forzada, e incompleta, y con poco suspenso para mi gusto.

Tras haber perdido tres esferas de plutonio en una misión que no salió bien, el agente Ethan Hunt y su equipo, se lanzan en la aventura de recuperarlas y se verán obligados a trabajar con el agente de la CIA, August Walker (Henry Cavill), quien tiene la orden de fiscalizar cada movimiento de Hunt y regresar a toda costa con las esferas (potenciales armas nucleares) para evitar que caigan en manos del grupo terrorista el ‘Sindicato’ y sus 12 apóstoles.

Las traiciones y los conflictos de poder son el menú principal de esta sexta entrega de Misión Imposible. Todo fanático de la saga sabe que las escenas de acción exageradas, e increíbles son parte del encanto, sin embargo, parece que en este filme se excedieron al punto del ridículo. Muchos críticos expertos, han aclamado esta película al decir que es una de las mejores cintas de acción en los últimos años, pero a mi juicio, que no es de una experta en cine, creo que la historia detrás se queda corta y pudo haberse hilado mucho mejor. En fin, al menos nos entretiene durante una hora y 47 minutos.